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Justicia reparadora

Joan_de_art
Ilustración CC BY-NC 4.0 Vertical Persona Ciudad
Justicia reparadora
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Autor
Joan de Art (Becca Bowlin)
Chicago artist, environmentalist, and community organizer. she/her

Hubo un tiempo en que tuvimos una cultura de la vigilancia, la policia y las cárceles. Ejecuciones y confinamiento en solitario fueron infligidos a nuestra gente. Desplegamos personas armadas en vez de a miembres de la comunidad y trabajadores sociales, las situaciones a menudo escalaron sin reparación posible. La pena de muerte no solucionaba ni reparaba los daños, en su lugar dejaba heridas abiertas y envenenadas en las comunidades. El complejo carcelario-industrial avivaba apetitos monstruosos y asolaba vecindarios enteros, consumiendo generaciones. Nos habíamos abandonado unes a otres.

El sistema tenía que ser desmantelado.

Empezamos por preguntar por qué no teníamos otras opciones dotadas de recursos, aparte de la policia, en las que centrarnos. Cerramos las comisarias de policía y las cárceles y las convertimos en refugios temporales, centros de formación, universidades y escuelas, cocinas comunitarias y círculos de apoyo. Las necesidades básicas se cubrieron primero. La solidaridad se construyó a medida que los traumas y las heridas generacionales fueron atendidas y curadas. Todo el mundo tenía comida, refugio, sanidad, terapia, educación, ropa y un lugar al que pertenecer.

Nadie durmió en las calles nunca más. La tierra le fue devuelta a las tribus indígenas para conservarla y restaurarla.

Los elementos de la reparación fueron instituyéndose en nuestro nuevo sistema de justicia: Reparación, Restauración, Reconocimiento, Cese y No repetición.

La justicia reparadora creó una cultura de asunción de responsabilidades por violencia y daños, actuando a niveles individual, comunitario, institucional y social. Los supervivientes y sus comunidades cobraron voz y autonomía respecto a la restitución que necesitaban para sanar. Consecuencias, rendición de cuentas, indemnización, reconocimiento, responsabilidad, disculpas, restitución, pérdida de privilegios y acceso a espacios sustituyeron a celdas y crueldad.

Se constituyeron círculos.

Celebramos, lloramos, apoyamos, tuvimos conflictos, escuchamos testimonios e impartimos justicia en los círculos. Nos responsabilizamos unes de otres, nadie se quedó fuera. No hubo un único camino correcto, hubo miles.

No abandonamos las comunidades a la violencia sino que nos movimos hacia un horizonte de abolición, libertad y justicia para todes.