En el corazón de un frondoso huerto, un abuelo comparte su conocimiento con su nieta, enseñándole cómo funciona un robot recolector de manzanas. Sentada en el lomo de un dócil yak, la niña escucha maravillada, sus ojos brillan con curiosidad.
Esta soleada escena representa la transmisión de conocimientos entre generaciones, donde la naturaleza, tecnología y humanidad coexisten en armonía.